Aún con las manos crispadas debía tranquilizarme para arreglar ese estropicio, aún me quedaba algo de humanidad, no podía dejarla allí…

Mis ojos pasearon ausentes por toda la habitación, mientras mi mente no paraba de repetirse una y otra vez hiciste mucho ruido, alguien subirá a ver que ocurre, al posarse mis cansados ojos en una silla tumbada en el suelo supe que tenia razón. No tardarían en llegar; incluso en entrar si no había contestación.... No había otra opción, era el turno de adecentar la triste habitación y deshacerse del cadaver, de eliminar las pruebas…

Empecé a dar vueltas por el perímetro colocando objetos recogidos de aquí y allá, siempre dándole la espalda a aquella aberración situada justo en el centro del sucio suelo, iluminada desde arriba por el haz de la bombilla que pendía de un desgastado cable eléctrico generando más sombras que luz. Al mirar de reojo sus monstruosos rasgos se grabaron con el fuego del miedo en mis retinas.

Sobresaltado agudicé el oido.... Mierda, pasos subiendo las escaleras, estaba perdido...